Modo de comunicación: es el canal vocal-auditivo, el principal en el
lenguaje humano (se produce el mensaje con la boca y se recibe con el oído). También puede darse el canal manual-visual.
Transmisión difundida y recepción dirigida: en el habla se emite un
mensaje que se expande en todas direcciones y que puede ser escuchado por
cualquiera; sin embargo, el sistema auditivo humano permite la identificación
del lugar de donde proviene.
Transitoriedad: el mensaje humano es temporal; las ondas se desvanecen y
el mensaje no persiste ni en el tiempo ni en el espacio.
Desarrollo interlocutivo o intercambiabilidad: un hablante, en
condiciones normales, puede tanto emitir como recibir mensajes
Retroalimentación total: el hablante puede escucharse a sí mismo en el
preciso instante que emite un mensaje. Esto es importante para la realización
correcta del habla
Especialización: los órganos que intervienen en el habla, aparte de
servir para sus funciones fisiológicas correspondientes, están especializados
para el habla
.
Semanticidad: la señal se corresponde con un significado en particular.
Es un elemento fundamental de cualquier método de comunicación.
Arbitrariedad: no existe correlación entre la señal y el signo. Por
ejemplo, los fonemas que crean la palabra nada en sí mismos no
tienen relación alguna con ese concepto; en croata, por ejemplo, nada significa esperanza. No
hay razón alguna para que el concepto carencia de algo debiera ser «nada» y no
cualquier otra combinación de fonemas.
Discreticidad: las unidades básicas son separables, sin haber una
transición gradual. Un oyente puede oír o «t» o «d», e independientemente de
que lo escuche bien distinguirá o una u otra, sin escuchar una mezcla de ambas.
Desplazamiento: puede hacerse referencia a situaciones u objetos que no
se sitúan por deíxis, en el «aquí y ahora», es decir, separados por el tiempo o distancia, o
incluso sobre cosas que no existen ni han existido.
Doble
articulación o dualidad: existe un nivel o segunda
articulación en el que los elementos no poseen significado pero sí
distinguen significado (fonema), y otro nivel o primera articulación en el que estos
elementos se agrupan para tener significado (morfema). Los elementos de la segunda articulación son
finitos, pero pueden agruparse de infinitas maneras.(Cf. Hjelmslev).
Productividad: las reglas de la gramática permiten la creación de oraciones nuevas que jamás han sido
creadas, pero que pueden ser entendidas. (Cf. competencia
lingüística, gramática
generativa, Chomsky).
Transmisión cultural: el lenguaje humano es un producto de una evolución
histórica y se transmite entre generaciones. (Cf. cambio
lingüístico, gramática
histórica). Es posible que no se dé en el resto de formas de
comunicación no humanas.
Prevaricación: el mensaje puede ser intencionadamente falso.(Cf. máximas conversacionales, Grice).
Función metalingüística: el lenguaje humano permite referirse a sí mismo; se puede decir que «altar»
es una palabra masculina, y no se está haciendo referencia alguna al objeto,
sino a la palabra en sí.
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