Otro de los ejemplos de inteligencia artificial que usamos a diario, y que cumple un papel clave en el sector de la logística, son las IA que sirven para la optimización de rutas. Estas inteligencias artificiales nos ofrecen la mejor alternativa para realizar los desplazamientos a partir de la comparación de multitud de datos, desde datos geográficos a datos relativos a la situación actual del entorno en el que nos desplazamos (por ejemplo, condiciones meteorológicas o información relativa al tráfico). De hecho, gracias a aplicaciones como PlannerPro By Beetrack, se pueden planificar y diseñar las rutas de reparto de la manera más eficiente posible, garantizando la optimización de los recursos disponibles y ofreciendo la mejor calidad de servicio a los clientes.