Un ejemplo para solucionar estas problemáticas de la inteligencia artificial se inspira en la biología: los chips diseñados para soportar los sistemas de IA consumen alrededor de 15kw cuando se ejecutan al máximo, lo suficiente como para alimentar docenas de casas.

Por el contrario, un cerebro humano usa aproximadamente 20w de energía, aproximadamente una milésima parte, y en muchos sentidos es más inteligente que su contraparte de silicio.

Por lo tanto, empresas como Intel e IBM están estudiando chips neuromórficos, cuyos componentes diseñados para imitar de cerca el comportamiento eléctrico de las neuronas de los cerebros humanos.

Pese a este avance, cabe apuntar que, como los chips neuromórficos se están empezando a construir usando tecnología existente, sus diseñadores encuentran hoy un tope en su desarrollo debido que las neurociencias aún no tienen la certeza de cómo funciona el cerebro en su totalidad. Además, cada día se producen nuevos hallazgos.

En conclusión, todavía falta un largo camino por recorrer para que la inteligencia artificial para empresas sea accesible para todos.

¿En tu empresa tienen algún sistema o software que funcione a partir de inteligencia artificial? ¿Qué porcentaje de tus recursos económicos estarías dispuesto a invertir en IA? ¿Qué retos crees que debe superar la IA para que sea costeable para la mayoría de las empresas?

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