La IA permite automatizar procesos que comúnmente se hacen de manera manual, permitiendo así una mayor eficiencia de los procedimientos de manera confiable y sin provocar fatiga a las personas.

    Además, posibilita la optimización de productos, la planeación de inventario, procesos logísticos, entre otros. Pese a esto, la investigación humana sigue siendo fundamental para configurar de manera correcta los sistemas y que la IA continúe realizando un proceso de aprendizaje óptimo.